La aventura de Lasso con Pachakutik

 

El Gobierno trae la mecha corta. Una semana antes de posesionarse tuvo que sudar sangre al traicionar a Nebot, y pactar con Pachakutik, ID, más los independientes, para conformar una débil mayoría que se repartió los nombramientos y comisiones legislativas. A muchos nos salió urticaria al enterarnos del difunto acuerdo entre CREO, PSC y UNES, pero hay que reconocer que esa era la única vía política que tenía Lasso para manejar la Asamblea. Hoy el mandatario no tiene el control de la Legislatura ni Pachakutik lo secundará en su aventura legislativa. Una muestra: una asambleísta del movimiento indígena le lanzó una zancadilla a CREO y le arrebató una de las comisiones claves.

La inexperiencia política del Gobierno le está pasando factura. Si creen haberlo visto todo en los anteriores Congresos, esperen con atención lo que se vendrá. Veremos a un gobierno desesperado vendiendo su alma al diablo para pasar sus leyes, especialmente las económicas. CREO en la legislatura terminará siendo cola de ratón.

Lo hecho, hecho está. Lasso debe dejar de escuchar ideas hurtadas y verse en el espejo de Macri, Piñera o Duque, de lo contrario se le vienen duros momentos. Ya un sector indígena ha comenzado a preparar el terreno para calentar las calles. El guion de octubre del 2019 está en marcha: transportistas paralizando y los indígenas movilizados. La mecha que incendió el país hace 19 meses es la misma: subida de los precios de los combustibles y alza de pasajes.

Pasada la semana de selfis el Gobierno comienza a saber, en carne propia, que la falta de tacto político se paga y caro. Un sector de la CONAIE, arengada por el mareateguismo, pide salir a protestar. Pachakutik vociferando posiciones radicales en contra de las concesiones, una de las medidas más esperadas del actual régimen.

La correría de Lasso con Pachakutik ni bien comenzó terminó. La historia se repite: Lenín traicionó a Correa. Lasso traicionó a Nebot. Pachakutik traiciona a Lasso.

Sin aliado ideológico, sin mayoría parlamentaria, huérfano de apoyo popular, y un saco abultado de promesas de campaña por cumplir, al gobierno de Lasso se le viene un vendaval tan fuerte de protestas, que el bastón en el cual se apoya no será suficiente para mantener erguida la gobernabilidad del país.