El discurso tóxico de Arauz


Es un calco corregido de Rafael Correa. El mismo discurso tóxico, con aire de autosuficiencia intelectual y una sonrisa cínica que provoca arcadas. Posee la dosis exacta de un embaucador profesional, al igual que su mentor político que mantuvo cautivo a todo un país durante una década, y que pretende volver por más en las elecciones del 2021, esta vez con traje de vicepresidente.

La franquicia correísta está funcionando a la perfección, sea que hablen mal o bien del precandidato. Tiene a sus opositores pendientes de cualquier tropiezo verbal para masacrarlo en las redes y elevarlo a memes; sus seguidores aplauden a rabiar cualquier dislate por mínimo que este sea. Un tercer espectador ve con estupor que se repite la historia del 2006.

Lo que no se puede negar a Correa es su olfato, escogió bien a su testaferro político, al títere, que de llegar al poder lo limpiará de toda culpa corrupta. Arauz niega que existan obras con sobreprecios en el gobierno de la Revolución Ciudadana. De verdad da escalofrío escucharlo. Son los mismos embustes y desvergüenzas descaradas dichos durante 10 años.

Para Arauz el manejo de la economía es sencillo: cuando la gente consume tigrillo, la venta de verde aumenta y así se estimula la economía ecuatoriana. Tanta simpleza da ternura. Ambos usan el mismo verbo tramposo y confrontador de clases sociales.

Es probable que el exmandatario no asome en la papeleta, y que su delfín siga la aventura electoral. Se dice que tiene un voto duro que lo respalda, suficiente para pasar al balotaje. También puede ser un espejismo el respaldo popular que dicen tener. Las redes sociales hacen maravillas. Arauz es una mala imitación del dictador exiliado y prófugo, incapaz de sumar fuera de las fronteras correístas.

Catorce años más tarde la misma banda quiere posicionar nuevamente ese verbo tóxico y divisionista que tantas victorias electorales les brindó. En el 2006 el empresario Alvaro Noboa nos advertía que nos querían llevar al chavismo. "Esa sonrisa falsa, esa sonrisa falsa", repetía una y otra vez Noboa, dirigiéndose a Correa, en un escenario colmado de asistentes, en su mayoría empresarios. Nadie lo tomó en serio.  

Arauz es un Correa recargado. Están advertidos.

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